Muchos son los perros que necesitan un corte de pelo periódico para mantener su manto en buen estado y facilitar su manejo, pero no siempre se tiene en cuenta que este corte puede incluir también el pelo de las almohadillas. Y es que, aunque los pies y los dedos de nuestro perro son una parte muy importante de su anatomía, no se le suele prestar la atención que merece.
Esta zona requiere cuidados regulares, como el corte del pelo.
¿Hay que cortar el pelo de las almohadillas del perro?
Si prestamos atención a los pies de un perro, veremos que en las cuatro patas disponen de una almohadilla central grande, llamada metacarpiana, y cuatro más pequeñas conocidas como digitales. Las almohadillas funcionan como apoyo, amortiguan el impacto de la pisada y distribuyen la carga del peso entre todas las extremidades.
Entre las almohadillas crece pelo. En algunos ejemplares este es corto y apenas se aprecia, pero en otros perros el pelo crece mucho, se hace perfectamente visible e incluso llega a tapar por completo las almohadillas. En estos casos, o siempre que queramos mantener las almohadillas libres de pelo, podemos cortarlo tal y como explicamos en los siguientes apartados. No es que sea malo el pelo entre las almohadillas, pero pueden adherirse a él restos vegetales o cualquier material que se encuentre en el suelo, formarse nudos, dificultar el paso o forzar malas posiciones, además de contribuir al desarrollo de ciertos problemas dermatológicos cuando permanece sucio y mojado.
Pasos a seguir para cortar el pelo de las almohadillas del perro
Al tratarse de una parte muy delicada, hay que acostumbrar a la mayoría de los perros a su manipulación con paciencia, constancia y premios. También deben adaptarse a la máquina, a su ruido y a su funcionamiento. Para ello, se necesita tiempo y tranquilidad. Así, antes de empezar a cortar, es conveniente dejar que el perro huela la máquina apagada. Cuando se acerque, le daremos un premio para que relacione su presencia con estímulos positivos. Poco a poco, podremos presentarle el sonido iniciando la máquina, esta vez con cuidado para que el perro no sufra ningún daño. Nuevamente, premiaremos.
La primera sesión puede ser breve, por ejemplo, limitándose a recortar el pelo de una pata, siempre sin forzar ni reñir al perro. Al contrario, ofreciéndole premios comestibles cuando nos deje, le damos un refuerzo positivo para que repita el comportamiento que queremos.
En cualquier caso, es posible que necesitemos la ayuda de otra persona. El procedimiento de corte es el siguiente:
- La máquina debe pasarse siempre con suavidad. En función de la cantidad de pelo que el perro tenga en la zona, podemos dar una primera pasada por encima, desde la base de la almohadilla central hacia las periféricas o al revés. Con estos movimientos conseguimos despejar el pie y visualizar las almohadillas.
- Después, hay que separar con cuidado los dedos. La almohadilla central, con su base más ancha y su punta, forma una especie de triángulo. Desde sus dos bordes laterales vamos a trabajar introduciendo la máquina en ellos y levantándola hacia las almohadillas pequeñas, en un movimiento como si de una cuchara se tratase. Puede hacerse también al revés, es decir, desde las almohadillas periféricas hacia la central.
- Además de cuidado, hay que asegurarse de que el perro está en una postura cómoda para él y que no le estamos tirando de ninguna pata ni colocando en una mala posición. Esta operación de corte no debería llevar más de unos minutos.
- Por último, si al concluir queda algún pelo, puede cortarse, con precaución, con una tijera de punta roma.